- En medio de acusaciones de presuntos fraudes y
escándalos de corrupción en el oficialismo y la oposición.
Buenos Aires.- Las elecciones presidenciales de Argentina están rodeadas de incertidumbre, en medio de acusaciones de presuntos fraudes y escándalos de corrupción en el oficialismo y la oposición.
El clima político del país sudamericano se ha enrarecido cada vez más conforme se acercan los comicios generales del próximo 25 de octubre, en los que se elegirá al sucesor de la presidenta Cristina Fernández. Las encuestas vaticinan el triunfo del candidato oficialista Daniel Scioli, quien lleva una ventaja de 10 puntos porcentuales respecto al opositor Mauricio Macri, pero que aún no alcanza el 45 por ciento que se requeriría para evitar una segunda vuelta electoral.
A sólo cinco semanas de las presidenciales, la justicia de la provincia de Tucumán inició una grave crisis política al anular la elección para gobernador del 23 de agosto pasado y que fue ganada por Juan Manzur, el candidato del kirchnerismo.
En una decisión inédita en la historia democrática de Argentina, el tribunal ordenó la realización de nuevos comicios y validó las denuncias de múltiples irregularidades presentadas por la oposición, como clientelismo y robo y quema de urnas.
El gobierno de Fernández ya impugnó el fallo, pero también advirtió que intervendrá políticamente la provincia, es decir, que designará a sus autoridades, en caso de que la Corte Suprema de Justicia no tome el caso o valide al tribunal local de Tucumán.
La presidenta denunció que la anulación de los comicios ataca la soberanía popular y la democracia porque «dos jueces deciden anular la voluntad de cientos de miles, diciendo que algunos no saben votar porque son pobres». Advirtió, además, que «volvemos a épocas pre democráticas. Ahora ya ni siquiera son presidentes los que anulan las elecciones, basta con dos jueces para que en una provincia se intente desconocer la voluntad popular».
Aunque el caso no está cerrado, representó un triunfo para la oposición que, en un intento de atajarse ante una posible derrota, está sembrando las sospechas de que presunto fraude en Tucumán o en otras provincias, puede repetirse en las presidenciales.
Pero los problemas no son sólo para el oficialismo, ya que en las últimas semanas Macri quedó envuelto en un escándalo de corrupción que involucró a su principal candidato a diputado, Fernando Niembro. El diario Tiempo Argentino reveló que Niembro, famoso comentarista deportivo, recibió a través de su empresa La Usina Producciones 170 contratos por parte del gobierno de la ciudad que encabeza Macri, su amigo y líder político.
La historia tuvo un impacto creciente, ya que el macrismo, presumía su supuesta honestidad en su afán de diferenciarse del kirchnerismo, que durante 12 años ha estado marcado por frecuentes investigaciones de corrupción.
El caso Niembro demostró que la transparencia ofrecida por Macri era un mero discurso, ya que sólo renunció el candidato a diputado, pero no los funcionarios que avalaron los contratos millonarios.
