* Pero no solapadora, subrayó el presidente
de la SCJN, Luis María Aguilar Morales.
«México exige y merece una justicia penal madura, protectora, pero no solapadora, y las sanciones deben ser impuestas no sólo como castigo a los responsables sino como una forma de equilibrar el orden social», subrayó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales.
Durante el Octavo Foro Nacional Seguridad y Justicia, «La Justicia que merecemos: implementación a la consolidación», el ministro subrayó que se debe buscar el equilibrio de los derechos de todos los involucrados, de todos los afectados.
Dijo que está convencido de que «los derechos de los acusados de un delito son fundamentales, pero no es menos cierto e incontrovertible que los de las víctimas tienen la misma importancia, trascendencia y altura humana».
Los derechos de los afectados, agregó, «deben ser respetados con la misma aplicación, cuidado, responsabilidad e intensidad».
De lo contrario «la decisión que se tome en un juicio perdería su cualidad de verdadera justicia», externó Aguilar Morales en el encuentro encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto .
Hizo énfasis en la necesidad de que cuando se opte por el juicio se busque la verdad mediante el esclarecimiento de los hechos, «pero sin ceder un solo espacio a las pruebas ilícitas».
Por ello, en el nuevo sistema de justicia penal, los juzgadores de amparo están llamados a velar por los intereses de los involucrados, incluyendo los de la sociedad que ha apostado por un Estado de derecho.
En el encuentro organizado por una organización civil, coincidió en que los jueces deben ser evaluados por virtud e las razones de sus decisiones.
Sin embargo, dijo, «ha sido una mala práctica descalificar a los jueces fuera del contexto en el que han juzgado; lo que no contribuye al interés de lograr un mejor sistema de justicia penal».
Aseveró que esa práctica se hace «sin conocimiento directo de los hechos y derechos que han estado en juego en cada caso concreto, y sin percatarse de las reglas constitucionales, legales y jurisprudenciales que rigen obligatoriamente su proceder».
Aguilar Morales reconoció que los jueces no son infalibles, pero cuando se ha demostrado que han fallado «se les ha sancionado con todo rigor» y son pocos los casos, por lo que no se merecen una descalificación generalizada.
También planteó que a unos días de entrar en vigor en todo el país el nuevo sistema de justicia penal debe ser objeto de análisis para retomar las experiencias que ha arrojado su aplicación en el ámbito de competencia de cada una de las autoridades. involucradas.
En el caso de la justicia federal afirmó que se ha creado la estructura física y humana para satisfacer la demanda del nuevo sistema y que ya se cuentan con centros de justicia penal federal en todas las entidades y juzgadores para atenderlas en condiciones óptimas.
