Almoloya de Juárez, Méx.- Vigas de acero, trabes y escaleras de madera, así como una planta de luz y un carrito acondicionado con una motocicleta fueron testigos de la fuga del «Chapo» Guzmán del penal de máxima seguridad Altiplano.
Durante un recorrido por la casa en la que desembocó el túnel por donde habría escapado el líder del Cártel de Sinaloa se constató el trabajo que se realizó para construirlo.
La vivienda ubicada en el ejido La Juanita tiene acceso por un camino de terracería y lo primero que se observa es una barda que se habría levantado para disimular la construcción que permanece resguardada por militares.
Al avanzar unos 25 metros se encuentra una bodega en la que sobresale el boquete por el que subió Joaquín Guzmán Loera para evadirse de la celda número 20 que ocupaba en la prisión de máxima seguridad.
En ese orificio se encuentra una escalera de madera para bajar unos dos metros, donde se aprecia una planta de luz que se utilizó para llevar a cabo la obra. También se ve un hoyo de aproximadamente 50 por 50 centímetros que conduce al túnel.
Para llegar a éste se deben bajar unos 10 metros por una escalera de madera. Justo en ese lugar comienza la oquedad que mide 1.5 kilómetros y que utilizó el «Chapo» Guzmán para evadir la justicia.
El túnel de unos 70 centímetros de ancho y 1.70 metros de altura tiene acondicionado en el piso unos rieles que se utilizaron para que una motocicleta anclada a un carrito pudiera llegar del penal de máxima seguridad a la referida vivienda.
Desde ese sitio se observa hierba crecida y caminos de terracería enlodados debido a la lluvia que ha caído en los últimos días.
Agentes del Ministerio Público y peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) buscan indicios en el lugar para robustecer la investigación y ubicar al por ahora prófugo más buscado por las autoridades mexicanas y estadounidenses, además de la Interpol.
En el túnel se respira humedad y algunas sustancias que fueron utilizadas para hacerlo. Se labora día y noche para conocer con precisión cómo y de qué manera se construyó.
Las autoridades mexicanas ofrecen 60 millones de pesos a quien proporcione datos para la recaptura del delincuente, a fin de que salde las cuentas pendientes que tiene con la justicia.
