Por Julio A. AGUIRRE
- *Gobernadores incómodos.
*Recordarles obligaciones.
*Dos más dos no suman cuatro.
Aquel que le gusta la práctica sin la teoría, es como el marino que navega barcos sin brújula y nunca sabe dónde anclar. Leonardo Da Vinci.
Antes de la elección presidencial del 2012, cuando se barajaban algunos nombres del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en realidad sólo dos, Manlio Fabio Beltrones fue recurrente en un mensaje claro y directo a su partido y a la nación.
Primero tendremos que analizar para qué queremos recuperar el poder, preguntó acertadamente Manlio Fabio.
Fue el hoy dirigente nacional del partido tricolor quién sonaba para competir con Enrique Peña Nieto, entonces en la cima política tras gobernar el Estado de México; pero Manlio Fabio con ese largo y retorcido colmillo supo hacerse a un lado dejando el paso libre al mexiquense. Sabía -Fabio Beltrones- que era imposible competir con la fama, popularidad y el camino andado de su oponente.
Con un ademán que no se vio, pero seguramente existió, el exgobernador del Estado de Sonora hizo su reverencia, con la frase: Adelante, señor.
Manlio Fabio, militante de muchos años de su partido, ha sido testigo principal de los gobernadores incómodos que han manchado las siglas del PRI. Son tantos los casos que nos llevaría espacio y tiempo dar nombres y apellidos.
Hoy como presidente nacional del PRI, a Manlio Fabio le toca un caso triste y complicado que requerirá de toda su sapiencia evitando que el gobierno de Javier Duarte, en Veracruz, no se convierta en una bomba que le estalle en pleno rostro y salpique al resto de mandatarios y militantes.
¿Qué AS debajo de la manga sacará Manlio Fabio Beltrones para no perder el Estado de Veracruz luego de 12 años de gobiernos priistas desastrosos?
Se dice que Miguel Ángel Osorio Chong elevó sus bonos y es la carta más fuerte del Revolucionario para la silla presidencial; si el líder del PRI consigue mantener el poder en el Puerto, apueste usted que su nombre se colocará a la par del secretario de Gobernación rumbo a la elección del 2018.
«Es que estamos en épocas electorales. Pero en este caso (Javier Duarte), yo digo y reitero que nadie, absolutamente nadie de los gobernadores que puedan tener observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, pueden dejar de rendir cuentas claras, aclarar cualquier cuenta», expuso.
Claro y reiterativo. Nadie, absolutamente nadie, incluye obviamente al resto de mandatarios del Partido Revolucionario Institucional, y al resto de políticos que ya rompieron su cochinito -estando aún en funciones- empedrando el camino a Los Pinos.
El buen juez (presidente) por su partido inicia. Digo (con «G», por favor).
COMO VA…
¡Regresen…! pasemos del líder Nacional al dirigente estatal. En el Estado de México la sociedad demanda de sus representantes populares que regresen a escuchar y dar respuesta a sus necesidades, por ello el trabajo de gobierno, legislativo y de gestión de los representantes populares surgidos del PRI deben debe ser en equipo, cercano y permanente.
Hace bien Iriarte Mercado en recordarlo. Mejor hará en obligarlos.
Acelerados… insistimos, en política dos más dos no son cuatro. Obviamente el interés máximo de todo partido político es ser inquilinos de la residencia de Los Pinos. Siempre la carrera loca por el máximo honor político. Nuca ningún estado, por más fuerte y poderoso que sea, despertará el mismo interés. Entendible, pues, que México sea lo máximo y entidades como el Estado de México pase a segundo término.
Numérica y electoralmente es la entidad mexiquense la que lleva mano. El cambio de gobernador será en 2017 y el cambio presidencial después, en 2018. Partidos y políticos están pensando en llevarse la medalla de oro y poco les importa la «medalla de Plata». Nombres se agregan todos los días como precandidatos a la presidencia mientras para el Estado de México nada de nada, hasta ahora.
Que alguien recuerde a partidos y políticos que para llegar a ser el uno, hay que afianzar el «Dos». Ser poder en la entidad mexiquense da tranquilidad, confianza y tener casi asegurado el arrendamiento en los pinoles.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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