Eduardo H. Limón Cervantes
* Maestros, cobran y no trabajan
¡Bravisismo!, otra en la que se ponen de acuerdo los diputados. PRD, PAN y PRI coincidieron en el Congreso con la denuncia que presentó la organización Mexicanos Primero en contra del secretario general de la Sección XXII de la CNTE de Oaxaca, Rubén Núñez, quien es señalado de percibir su sueldo sin dar clases. Mucho se ha gritado a los cuatro vientos eso de «Nadie está por encima de la ley» y los maestros de la CNTE que realizan actos intimidatorios contra otros docentes deben ser sometidos a un proceso penal tras las denuncias de los afectados.
Resulta que Mexicanos Primero tuvo la valentía de presentar una denuncia penal ante la PGR contra el señor Núñez por percibir un sueldo del erario sin dar clases; la inconformidad también va dirigida a autoridades federales y locales porque no se puede permitir que los docentes incurran en actos vandálicos, menos en aquellos que afectan a los ciudadanos.
Gracias a Dios está hecho, la denuncia penal contra Rubén Núñez, líder de los maestros que se apropiaron de la sección XXII, con números romanos -ellos lo escriben 22, con número arábigos, porque es mucho pedir que sepan escribir los romanos-, por haber faltado al trabajo 3 días y haber cobrado salario completo, ese es el argumento de Mexicanos Primero.
Ahora, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, debe poner manos a la obra ya que los profesores no quieren diálogo, porque siguen con sus actos vandálicos, alterando el orden público dejando vacías las aulas escolares.
«Se dicen maestros», pero si fueran profesores, estarían preocupados por la educación que puedan brindar a sus millones de niños y jóvenes que se quedan sin acudir a clases porque aquellos que tienen la obligación, porque por eso cobran, de ilustrarlos para hacerle frente a los problemas de la vida cotidiana, simplemente no acuden a cumplir con sus responsabilidades.
La CNTE ha estirado la liga lo suficiente y está por reventarse. Y más en los estados más rezagados del país: Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, parecieran estar condenado a tener niños y jóvenes sin posibilidad de superación, igual que ellos. Esperemos que se cumpla aquello que dice todo lo que comienza termina y parece que a estos disidentes les llegó la hora final.
Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre que hay un límite más allá del cual la tolerancia deja de ser virtud».
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