Eduardo H. Limón Cervantes
* AMLO, enfermo de poder
Lo que es estar desmemoriado y enfermo de poder, ya que la semana pasada el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ofreció su apoyo a los maestros disidentes tras la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), y les pidió un encuentro con el fin de llegar a un acuerdo amplio para echar a andar una alianza de organizaciones sociales con miras a las elecciones de 2016.
Tras decir que las dos veces que compitió por la Presidencia de la República ganó «con amplio margen», dijo: «Estoy con ellos en estos momentos en que los quieren borrar, en estos momentos en que se ha tomado una decisión de quitarles la posibilidad de participar en lo que tiene que ver con la política educativa».
Por su parte, la CNTE rechazó la propuesta del tabasqueño, pues para no calificarlo de loco, señalaron que como principio no tienen ningún compromiso o ningún acercamiento con ningún partido político… Aseguran que son apartidistas y que seguirán en la lucha respetando sus principios… Gracias a Dios reaccionaron así, imagínese amable lector, un binomio AMLO-CNTE, sería como dejar la iglesia en manos de Lutero.
Ahora, lo que me causa risa es la falta de memoria de López Obrador, pues en su última candidatura presidencial el aspirante de las izquierdas, prometió quitar a Elba Esther Gordillo de la dirigencia por ser -según él- aliada de Enrique Peña Nieto, asunto que fue mentira porque la administración de Peña Nieto la tiene a buen resguardo.
López Obrador arremetió duramente contra Elba Esther al decir que le ha hecho mucho daño al país con apoyo de los disidentes. ¡Por Dios! Y ahora les hace la barba a estos últimos, ¿con qué cara se atreve a pedirle a los disidentes unión? Pobre tipo…
Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre, lo que hay delante de nosotros y lo que hay detrás de nosotros importa poco comparado con lo que hay dentro de nosotros».
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