viernes, abril 26, 2024
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Trump el idiota

POR Alberto ABREGO

“Mi abuelo era un hombre muy valiente; sólo le tenía miedo a los idiotas. Le pregunté por qué, y me respondió: Porque son muchos, y al ser mayoría, eligen hasta el presidente”.

Facundo Cabral

 

“Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”

Mahatma Gandhi

Donald John Trump, el presidente número 45 de los Estados Unidos es populista, racista, xenófobo, machista, misógino, grosero, insolente, charlatán, cínico, mujeriego, patán, despreciable, autoritario, soez, odioso y cientos de calificativos más, pero no es estúpido, ni idiota.

 

Tiene la inteligencia perversa que lo encumbró en el poder hace cuatro años. Fue capaz convencer, manipular y mentirle a más de 62 millones de votantes, y ganar la elección para convertirse en el personaje más poderoso del planeta, y siempre he considerado que alguien que logra algo así, no es idiota.

 

Ahora está en campaña para ocupar el cargo durante cuatro años más. Joe Biden, el adversario representante del Partido Demócrata tiene ventaja en las encuestas, como la tenía Hillary Clinton en la elección pasada. Si las elecciones presidenciales en los Estados Unidos fueran hoy, Biden sería el ganador, pero las elecciones no son hoy, serán dentro de dos meses, y en ese tiempo muchas cosas pueden pasar.

 

Y por más que sus números aparentemente estén a la baja, su fanaticada está viva y muy activa; su discurso es polarizador y llama a la incongruencia, a la irracionalidad y a la sinrazón, algo muy común en los charlatanes populistas, que no necesitan de la razón, porque la desprecian y apelan a las emociones y a los sentimientos escondidos de millones de personas envenenadas con el odio y la discriminación

 

La lógica irracional es lo suyo, la confrontación, la insensibilidad y la incontinencia verbal lo caracterizan. Suena evidente y repetitivo reiterar que Trump no se cansa de asombrar al mundo con sus actitudes insolentes y su verborrea incendiaria y racista, pero alguien tiene que hacerlo, sobre todo porque la regresión que genera es muy grave. Con su discurso ofensivo y belicoso, desde hace cuatro años se avivó el odio racial y el color de la piel ha vuelto a ser factor de violencia. Las túnicas del Ku Kux Klan hoy más que nunca están vigentes.

 

Lamentablemente para el mundo, Trump cuenta con  el apoyo de una gran parte de su sociedad, lo que demuestra el grado de descomposición social de un segmento de la ciudadanía norteamericana. La sociedad en general está en crisis de valores y de principios éticos, crisis de sentimientos nobles y de solidaridad. No puede explicarse de otra manera cuando, después de cuatro años de caprichos en la Casa Blanca, aún tenga muchas posibilidades de continuar.

 

Tan solo recordemos algunas de sus palabras:

 

“Podría disparar a la gente de la Quinta Avenida y no perdería votos”; “México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas y crimen, son violadores”; “Cuando eres una celebridad, las mujeres te dejan hacer lo que quieras, agarrarlas del coño…de todo”; “Mi coeficiente intelectual es uno de los más altos, y ustedes lo saben, por favor no se sientan estúpidos o inseguros, no es culpa de ustedes”; “Mis dedos son largos y hermosos, al igual que otras partes de mi cuerpo, como ya ha quedado demostrado”; “El presidente Obama ha hecho un trabajo muy malo, creo que no volveremos a tener un presidente negro en muchas generaciones”; “En Nueva York está haciendo mucho frío y nevando, en serio necesitamos el calentamiento global”; “Darle objetos de valor a una mujer es un terrible error”; “A las mujeres hay que tratarlas como si fueran mierda”…

 

Para muestra un botón. ¿Cómo defenderlo?, y aún tiene millones de trumpistas que lo siguen.

 

Esta es una mínima parte del basto repertorio del hombre que gobierna a la nación más poderosa del mundo. No hay nada más peligroso que gente estúpida con dinero y poder. Está enceguecido por la intolerancia y la xenofobia, lleno de prejuicios retrógradas y ciego ante las evidencias y las razones. Definitivamente Donald Trump es una afrenta para la humanidad entera.

 

Pocas veces al escribir un artículo paso de la sorpresa, a la indignación, luego a la ira y después al cambio de opinión.

 

Sí, es un idiota.

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