POR Leo ESPINOZA
Pareciera que ya se normalizo ver titulares de feminicidios, crímenes de odio y protestas de colectivos feministas sin que la sociedad se inmute en lo más mínimo, la escalada de los casos no solo crece en números a lo largo y ancho del país sino que también la saña con la que se perpetúan estos horribles actos.
En menos de 3 días Toluca se volvió un infierno para tres mujeres víctimas de feminicidio, este sábado Karina, de 21 años de edad, fue localizada al interior de su domicilio ubicado en la colonia Ocho Cedros, los vecinos escucharon gritos derivado de una pelea al parecer con su pareja de nombre Miguel, de 24 años.
Un día después en la colonia Guadalupe Karla de 25 años de edad miembro de la comunidad LGBTTTIQ muy querida y conocida fue localizada por servicios de emergencia al interior de una bañera; ella presentaba diversos golpes en cara y cuerpo.
La tercera víctima fue localizada en la colonia San José Guadalupe Otzacatipan, en un lote baldío. La mujer, cuya edad e identidad aún no son descubiertas, se encontraba envuelta en una cobija y estaba siendo consumida por canes callejeros.
En lo que va del año se han registrado 106 feminicidios en el Estado de México, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pensar que le puede tocar a cualquiera de las mujeres que vive en nuestra casa no es un tema menor.
Lejos de las opiniones en contra o a favor sobre como colectivos feministas se manifiesten es un tema que le deben entrar todas y todos, al ser ya un problema que rebasa al estado se debe solucionar con interseccionalidad, urge que el estado abone a la deconstrucción de los roles de género, en el que se deje de cosificar a la mujer, derrumbar el patriarcado e imperar la educación y la cultura como ejes de transformación.
Sin duda uno de los males que más le duele a los mexiquenses es sus mujeres y la seguridad y no es suficiente con tarjetas rosas, taxis rosas y las mal fallidas alertas de género, hasta que hombres y mujeres no se vean como iguales tanto en la ley como en la realidad social ser mujer aquí es vivir con miedo.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.
