Por Guadalupe de la Cruz
“No es verdad que Antorcha Campesina trafiqué con la pobreza ni con la necesidad de la gente, somos la única organización que no se deja guiar por el populismo”.
Lo anterior fue expresado por Aquiles Córdoba Morán, dirigente Nacional de Antorcha Campesina al encabezar el 23 Aniversario de la organización social ante más de 70 mil integrantes del Valle de Toluca que lo esperaban con entusiasmo, donde precisó que para que el país pueda salir de la pobreza y verdaderamente de un giro, se debe cambiar la Reforma Fiscal y elevar los salarios de los mexicanos.
“Que se modifiqué la Reforma Fiscal y que se eleven los salarios para todos los mexicanos, es la propuesta de antorcha además de unirnos para tomar el poder humano del país y reorientar la política, ya que no hay otra manera de hacerle justicia todos los pobres”.
Tenemos que aprender, dijo, a pelear el poder político para llegar a gobernar a la patria y poder resolver los problemas de todos los mexicanos pobres, para eso, es necesario que el pueblo entienda que el arma más importante en la lucha por el poder, es el voto.
Córdoba Morán, precisó que muchos antorchistas aún no han entendido que el voto tiene que usarse como arma de liberación del pueblo, ya que es un arma de lucha, es un derecho político del pueblo, es nuestra libertad y nuestra arma política, el cual, se debe usar correctamente.
El líder nacional antorchista indicó que los gobiernos neoliberales renuncian a sus obligaciones de preocuparse y ocuparse por mejorar los niveles de vida de la gente, “por eso, los políticos que no quieren hacerse responsable de los compromisos adquiridos con esta organización, nos dicen que nos aprovechamos de la necesidad de los más pobres, cuando en realidad, nuestra tarea es luchar y defender sus ideales para mejorar su calidad de vida”. «No podría mencionar a ningún sólo gobernador que atiende las demandas de la gente que lo solicite, todos están cortados con la misma tijera».
«Este gobierno no es paternalista ni populista, pues tanto los empleados como los desempleados tienen las mismas carencias; nadie se preocupa por respetar la ley, mucho menos cuando es favorable a las causas trabajadoras”.
