Con una duración de 92 días y 18 horas, la primavera ingresó a el hemisferio norte este 20 de marzo, a las 10:15 horas, tiempo del centro de México (16:15 GMT), dando inicio al conocido “Equinoccio de Primavera”.
De acuerdo con datos proporcionados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el inicio de esta estación estará enmarcada por una transición de “La Niña” débil a una Oscilación del Sur “El Niño” (ENSO) neutral.
Lo anterior se traducirá en una anomalía de precipitación para el mes de marzo, por arriba de lo normal en los estados de Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
En tanto, los estados restantes estarán en condiciones que irán de neutras a normales, con una anomalía de temperatura que estará por arriba de lo normal en territorio nacional. En lo que respecta al fenómeno de “El Niño”-Oscilación del Sur, recordó que es un patrón oceánico-atmosférico de variabilidad natural que se presenta a lo largo del Pacífico Ecuatorial y que se caracteriza por generar variación de temperatura del océano. Como resultado de este fenómeno, también se producen cambios en la circulación de los vientos alisios y la profundidad de la termoclina, o capa de mezcla.
El SMN detalló que este fenómeno no se presenta de manera periódica, sino que lo hace de manera irregular, con ciclos que van de dos a siete años y puede presentar fases muy distintas entre sí, siendo neutral-fría o “La Niña”; y cálida o “El Niño”.
Es bien conocido que la presencia de un evento «El Niño» puede afectar de manera considerable los patrones de precipitación y temperatura en México.
Sin embargo, los patrones de precipitación pueden variar a lo largo del país de acuerdo con la intensidad del fenómeno. Por lo pronto, destinos turísticos como Chichen Itzá o Teotihuacán verán incrementar su afluencia de turismo desde este fin de semana, aprovechando el puente que tiene lugar este lunes con motivo del Natalicio de Benito Juárez.
Como ya es tradición, una gran parte del afluente turístico acude vestido de blanco con la esperanza de “recargar energía” al llegar al primer Equinoccio del año, en tanto que otros esperan disfrutar del tradicional fenómeno solar que se genera en pirámides como la del Sol en Chichen Itzá y que representa el descenso de Kukulkán para fertilizar la tierra.