Redacción
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que la relación con Estados Unidos continúa en buenos términos, a pesar de los recientes señalamientos del expresidente Donald Trump, quien cuestionó la negativa del gobierno mexicano a aceptar el ingreso de tropas estadounidenses para combatir el narcotráfico.
Durante su conferencia matutina, la mandataria descartó un posible distanciamiento entre ambos países. Reconoció que la administración de Trump se ha caracterizado por una forma particular de comunicación, pero afirmó que no se ha roto el diálogo ni la cooperación bilateral.
Sheinbaum también se refirió al impacto de las políticas comerciales impulsadas por Trump, particularmente en el tema de aranceles. Subrayó que, dentro de ese contexto, México se ha mantenido en una posición más favorable que otras naciones, gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y al vínculo establecido entre ambas administraciones.
En cuanto a los temas de seguridad binacional, Sheinbaum reiteró que la postura del gobierno mexicano se basa en la defensa de la soberanía, la independencia y la democracia del país. Destacó que las conversaciones con el gobierno estadounidense continúan bajo principios de respeto mutuo.
Como parte de ese diálogo, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se encuentra en Washington en una reunión con su homólogo de Comercio, con el fin de revisar asuntos pendientes, en un momento en el que Trump ha advertido sobre posibles represalias si no se atienden sus demandas.
En el terreno de la seguridad, Trump ha insistido en que México no ha hecho lo suficiente para frenar el tráfico de drogas y ha planteado medidas más agresivas, incluyendo la clasificación de varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. En respuesta, el gobierno mexicano ha incrementado la presencia de la Guardia Nacional en la frontera norte.
Sheinbaum consideró relevante que por primera vez un presidente estadounidense haya manifestado públicamente su intención de actuar con mayor firmeza contra el tráfico de armas dentro de su propio país, un tema que México ha señalado reiteradamente como parte del problema de violencia asociada al crimen organizado.
A pesar de los señalamientos y la presión política, el gobierno mexicano sostiene que seguirá defendiendo sus principios sin cerrar los canales de entendimiento y cooperación con Estados Unidos.
