viernes, abril 19, 2024
InicioOpiniónA mi manerA

A mi manerA

*¡En qué momento!

*Su palabra es ley.

*¿Y la Fiscalía, apá?

Julio Aguirre

Las lágrimas más amargas derramadas sobre las tumbas son por lo que no se dijo y por lo que no se hizo. Harriet Beecher Stowe.

El priismo está de luto, expuso Ernesto Nemer Álvarez dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras consumarse el asesinato de Francisco Rojas San Román, diputado federal con licencia y aspirante a la presidencia municipal de Cuautitlán Izcalli.

El Estado de México tiene mucho tiempo de luto, habría que recordarle a Nemer Álvarez.

Recordemos que antes de morir Francisco Rojas, una mujer, su cuñada, había fallecido producto del mismo atentado sufrido el pasado fin de semana.

El luto que hoy demuestran los priista es el que han manifiesto panistas, perredistas y la mayoría de partidos políticos. La política, lo saben, sigue siendo una profesión enormemente dadivosa pero tremendamente riesgosa.

Plata o plomo, lema de los narcotraficantes para doblegar hasta al ser humano más bueno del mundo. ¿Estamos llegando en la política, en tiempos de proceso electoral, de sufragios por sangre, por vidas?

Lo mismo atacan a diputados que senadores, alcaldes que precandidatos. Bueno ¿qué podemos esperar de nuestro México lindo y jodido que llegó al límite cuando asesinaron al entonces candidato y seguramente Presidente der México, Luis Donaldo Colosio?

Si se llega, en el remoto caso, de dar con los responsables del artero crimen del diputado federal se hará justicia, aunque muchas veces la justicia sea tan poca cosa que nunca reparará el daño.

Obviamente eso no pondrá freno ni punto final a la delincuencia. Saltan las especulaciones y sobran las preguntas sobre la posibilidad de un suicido “común”, o un “asesinato político”.

Ambas piensa quien escribe. Total una cosa va ligada con la otra. Las filas de los buenos están infiltradas por los malos y los malos son respaldados por los buenos.

Más allá de nuestra creencia debemos esperar resultados confiables. Lo que no deben las autoridades, por ningún motivo, dar carpetazo al asunto.

Las autoridades mexiquenses no han de esperar el llamado enérgico del Gobernador Alfredo del Mazo Maza, y mover cielo y tierra para esclarecer lo más pronto posible los acontecimientos.

Deben saber en la Fiscalía del Estado que el eje principal del mandatario es frenar la delincuencia. Es el énfasis que puso durante su campaña. Fue su promesa principal. Es su palabra.

No hay de otra. Encontrar a o los responsables (¡para ayer!), o caerán cabezas. No hay límite de tiempo para permanecer en los cargos de mayor altura. Si hay límite de tiempo para que el fiscal en turno, Alejandro Sánchez Gómez, mueva su gente y entregue los resultados que todos estamos esperando.

Por cierto las investigaciones del caso deben ser exclusivo de las autoridades estatales más allá de que la Procuraduría General de la República (PGR) coadyuve con ellos. ¡No se vale lavarse las manos ni aventarse la responsabilidad para salvar la chamba!

¿CUÁNTOS MÁS?

Cuando un hombre bueno sufre, todos aquellos a quienes pueda llamarse buenos deben sufrir con él. Eurípides.

Tenemos la impresión, más allá del deseo, que la actual administración sabrá conducirse –la verdad tarde o temprano flota- en el tema aceptando e informando cifras reales en toda clase de delitos. No vemos a Del Mazo Maza en la postura asumida por la pasada administración donde primero era el entonces Procurador (hoy Fiscal) quien desmentía a organizaciones no gubernamentales.

Tan difícil de creer los números por la Procuraduría presentaba, era entonces el secretario General de Gobierno quién 24 horas lo avalaba, y al tampoco ser creíble era entonces el Gobernador quién respaldaba a ambos personajes.

No vemos tipo ni cara al gobernador en turno de minimizar, esconder o mentir sobre los hechos y resultados en la lucha contra la delincuencia.  Su promesa y su palabra deben ser ley.

Por cierto antes de cada proceso electoral las autoridades estatales se reúnen con los líderes o representantes de los partidos políticos; lo mismo se hace con el resto de protagonistas, consejeros y diputados. Juntos son bien “cuates” y muestran su civilidad, juran comportarse a la altura de las circunstancias de un estado con más de 16 millones de habitantes –no es pueblo blicicletero- pero cuando se quiebra la taza y cada quién se va a su casa; se tiran, y dicen y se acusan de todo. ¡Eso es violencia electoral!

Si estos hombres tratan de ser el ejemplo a seguir por la ciudadanía y actúan en muchos casos como perfectos pelafustanes pues a qué le tiras cuando sueñas mexiquense.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

Artículo anterior
Artículo siguiente
PODRÍA INTERESARLE ...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

MÁS LEÍDO