viernes, marzo 29, 2024

Creer

CAVILANDO 

Por

HUGO MAURICIO GARCIA

Para mi querido Alberto, gracias por tus logros.

Uno de mis maestros de vida murió el martes víctima del covid.

 

Fue la persona más exitosa que conocí y que tuve la bendición de tratar, por mas de 35 años sus éxitos profesionales fueron guía para mí, fue mi maestro, pero él nunca se lo propuso ser, simplemente era lo que era, hacia lo que hacia y lograba y lograba y lograba.

 

¿Qué extraño poder poseía esta persona?, ¿Dios es injusto y a unos les da mas inteligencia que a otros?

 

Mi buen amigo tenia mas de 2 millones de seguidores en Twitter.

 

“Cuando me toque morir, nadie morirá en mi lugar, así que de hoy en adelante he decidido vivir lo que nadie vivirá por mí”, “Lo que somos nunca cambia, pero quienes somos nunca deja de cambiar”, “Nadie es tuyo…solo es tu turno”, “Deja que Dios sea la Fuerza que mueve tu vida”, “Sí ya sabes que no te aman, ¿Qué haces ahí?”, “Usted nunca será feliz si sigue aferrándose a las cosas que lo hacen triste”. 

 

Son solo algunas de las frases que compartía en sus redes sociales mi amigo murió feliz y pleno, siento que aun tenía mucho por hacer, pero el Creador no se equivoca y vuelvo a la pregunta, ¿Dios es injusto y a unos les da más inteligencia que a otros?

 

La respuesta es no, todos nacemos idénticos, con las mismas posibilidades, como creación del Único somos perfectos, sin embargo, en algún momento nuestra herencia emocional empieza a sobreponerse a esta carga divina de perfección y posibilidades.

 

Cuando finalmente nuestro entorno físico y emocional termina de llenar nuestro subconsciente con creencias erradas y limitantes, es como si comenzara un juego en el cual nuestra conciencia divina nos dice que si se puede y nuestra conciencia terrenal dice que no se puede, es el eterno juego del diablito y el angelito en nuestra mente.

 

La diferencia entre aquellos que catalogamos como suertudos o mas inteligentes o con mayores recursos y los demás que viven una vida de mediocridad es simple, los primeros creen que hay una vida mejor, los segundos solo creen en su sistema de creencias. Mi amigo desde muy corta edad perteneció al primer grupo.

 

Quien cree en una vida mejor encontrara condiciones y circunstancias que le ayudaran, quien solo cree en sus limitado sistema de creencias…como las macetas, del pasillo no pasará.

 

Encuéntrame en Facebook como Hugo Garcia.

hugo_go@hotmail.com

Abrazos, ¡todos!

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