sábado, abril 20, 2024
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LETRAS DE JUAN GABRIEL

  • Más lecturas sobre los cambios en la Universidad Autónoma del Estado de México.
  • Janett Valero, ¿premio o castigo; perfilada a la rectoría o sacrificio adelantado?
  • Diputada del PES, Lourdes Garay, juez y parte en el tema del transporte.

En la época contemporánea poco o nada se recuerda el hecho de que alguna administración universitaria realice tantos cambios en su estructura de primer nivel, como los recién llevados a cabo por el rector Alfredo Barrera Baca, cuando todavía faltan poco más de siete meses para cumplir la mitad de su recorrido al frente de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).

 

Si bien estos movimientos pueden llevar a varias connotaciones, dos lecturas son las que empiezan a cobrar fuerza luego de conocerse los seis movimientos realizados entre cambios de secretarías y enroques planteados por el titular de la Rectoría.

 

De una primer lectura, se desprende el hecho de quienes aseguran que la nueva  estrategia de Barrera Baca no significa otra cosa que un reacomodo de fuerzas entre los grupos de poder y entrega de batutas para la libre toma de decisiones que a lo largo de estos últimos meses y pese a todo, se han mostrado en tono conservador ante la ola de movimientos provocados por temas como la reforma a la ley universitaria; la ampliación o reelección, según se lea, del periodo para rector; y las recientes movilizaciones que desde la legitimidad de su alumnado se han llevado a cabo por las principales calles y avenidas de la capital mexiquense para  exigir mejores condiciones de seguridad, dados los últimos casos que han repercutido en contra de sus alumnos.

 

De sostenerse la teoría que estos movimientos son un acomodo natural de poderes, a nadie resulta extraño la llegada a la Secretaría de Rectoría de Jannet Valero Vilchis, quien hasta hace unos días venía desempeñándose como titular de Extensión y Vinculación con tareas que, si bien eran vitales, resultan de menor exposición en la vida cotidiana de la universidad.

 

Sin embargo, más de un comentario llega a esta columna preguntándose si el nombramiento de Valero Vilchis representa una posibilidad real que la coloca en antesala por un espacio para competir por la rectoría, cuando aún restan varios de largos meses, en los que a nadie resulta desconocido el hecho de que esa área es sometida a un continuo desgaste propio de la responsabilidad y la inexperiencia de la nueva responsable en atender asuntos de esta naturaleza.

 

Premio o castigo, Valero Vilchis, egresada de la Licenciatura en Comunicación, representa un grupo por demás cercano al Torreón de Rectoría, por lo que de ser ese el mensaje a su estructura, y como ya se lo adelanté en este espacio, Barrera Baca coloca no solo posiciona a la propia Valero Vilchis, sino al grupo encabezado por el investigador y ex secretario de Docencia Luis Alfonso Guadarrama Rico y parte de la comunidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de vuelta en la lucha por la rectoría, pues la otra parte, hasta hoy de muy bajo perfil, no necesariamente comulga con la reciente concesión.

 

En el ambiente externo se lee que algo no ha transcurrido bien en la administración del rector, desde donde se percibe la necesidad de recomponer más que de fortalecer, a decir de quienes no necesariamente forman parte de la estructura universitaria, los recientes cambios hablan de la necesidad de apuntalar urgentemente el accionar de algunas áreas, mantener a otras que resultan clave en la estabilidad de la institución y conservar otras más por un capricho personal que por su efectividad; sin embargo, entre lo que más se le reconoce al rector en este barajar de cartas, fue perfilar o convenir, según sea visto la salida de Luz María Zarza del jurídico universitario.

 

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

Oscar Wilde dice: “El cínico es aquel que sabe el precio de todo y el valor de nada.

La diputada del Partido Encuentro Social, María de Lourdes Garay Casillas, mostró el cobre y no dejo duda a sus verdaderas intenciones que están muy alejadas de servir a la ciudadanía a la cual se debe y terminó exhibiendo que sólo busca responder a los intereses de los transportistas, en específico del capo del gremio ilegal Axel García Aguilera. Sin el mayor recato dijo que su familia se dedica al transporte público, lo cual no tendría nada de malo si dicha actividad fuera honesta y honorable como muchas que hay; lo condenable es que en sus intervenciones que tuvo durante la comparecencia del secretario de Movilidad, Raymundo Martínez Carbajal en el Congreso local, al que por cierto le fue como en feria, la diputada jamás mencionó ni defendió a los usuarios del transporte público, mucho menos hizo referencia de aquellas victimas que han sufrido un accidente a bordo de las unidades obsoletas e irregulares que circulan todos los días en el Estado de México. A la diputada se le olvido que como integrante de uno de los tres poderes de gobierno, no puede representar solo los intereses de un solo sector y tiene la obligación de responder a una sociedad que voto por un cambio y exige resultados de sus legisladores. Todos entendieron cuál es su consigna: dar marcha atrás a la Gaceta de Gobierno del 20 de marzo, que busca poner orden y regular el transporte público. Sin empacho alguno la diputada Garay Casillas admitió que tiene 20 concesiones del transporte público, cuando la ley solo permite a un particular tener máximo dos. Vaya cinismo de la legisladora “chafirete”.

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