viernes, marzo 29, 2024
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LETRAS DE JUAN GABRIEL

  • Protestas de médicos y enfermeras desnudan al “Adolfo López Mateos”.
  • José Rogel y Alberto Tevera, director y subdirector de este hospital, señalados.
  • Es momento de espulgar los padecimientos de este nosocomio de la capital.
  • Semana trágica para el aparato edilicio; mueren un alcalde y tres regidores.
  • Rebeldía en Toluca sería azuzada fuera del contexto de la pandemia.

 

POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ

La semana pasada volvieron a ser noticia las protestas de médicos y enfermeras del sector salud del Estado de México, quienes se quejan abiertamente de la falta de insumos y protección para dar la batalla en la pandemia del COVID-19. La Secretaría de Salud ha tenido que dar respuesta casi inmediata a los quejosos.

Al menos cuatro protestas en este nosocomio

 

Llama la atención porque uno de los nosocomios que ya lleva por lo menos cuatro manifestaciones de su personal es el “Adolfo López Mateos” de Toluca, donde los reclamos han ido más allá del requerimiento urgente de cubrebocas, mascarillas, guantes y trajes especiales.

 

A viva voz los profesionales de la salud de este nosocomio han acusado que director y subdirector traen un desastre operativo, acompañado de manejos dudosos del material y los recursos para los trabajadores. No es la primera vez que José Rogel y Carlos Tevera (director y subdirector, respectivamente) son señalados de actitudes turbias, incluso antes de la emergencia sanitaria.

 

Esta columna ha venido ventilando el tema de una empresa proveedora exclusiva de este nosocomio, donde figuraban nombres de altos directivos del hospital. Previo a la pandemia tuve una entrevista con Carlos Tevera Ovando, recientemente nombrado presidente del Colegio de Neurocirujanos del Estado de México AC, quien negó ser creador y dueño del consorcio AATOR, que aparece en “una tras otra” de las compras y adquisiciones del hospital.

Hospital Adolfo López Mateos

 

Curiosa la negación de Tevera Ovando porque en la oficina del Secretario de Salud, Gabriel O´Shea; la del Administrador del ISEM y en la propia Contraloría tienen una investigación que dice todo lo contrario y reafirman lo que este espacio a dado a conocer en al menos cinco ocasiones, desde octubre del 2017.

 

Este hospital ya no está para escándalos, sino para aplicarse con todo y sacar adelante el reto de la pandemia del coronavirus. Pero este también sería buen momento para destapar lo que se tenga que desnudar y sancionar lo que se deba castigar.

 

Por cierto, ¿cómo va la construcción del edificio departamental de Dr. Carlos Tevera y amigos que también despachan en el Adolfo López Mateos? Muy buen edificio el que se están aventando los médicos, ahí muy cerquita del hospital, les está quedando de lujo. Pero… ¿a lo pagaron?, ¿cómo y de dónde?

 

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

Semana trágica para las comunas…

Cuatro ediles fallecidos en una semana

La que terminó fue una semana verdaderamente trágica para el aparato edilicio mexiquense. Un alcalde y un regidor fallecidos por COVID-19; así como dos regidores asesinados. La noche de ayer el presidente municipal de Coyotepec, el petista Sergio Anguiano Meléndez perdió la batalla que libró durante 10 días frente al coronavirus; Anguiano fue internado y agravó en el hospital de Alta Especialidad de Zumpango, la noche de ayer se confirmó su deceso. Por si fuera poco dos regidores asesinados: el miércoles el cuarto edil de Los Reyes la Paz, Guillermo Esquivel y el sábado Ramón Rodrigo Martínez, séptimo integrante del cabildo de Tonanitla, quien en febrero ya había librado un atentado, esta vez no se salvó.

 

Entre lo lamentable y lo necesario…

También el sábado pasado la presidenta municipal de Ocoyoacac, Anallely Olivares, dio a conocer el fallecimiento de su segundo regidor, Antonio García Pulido. Las causas no se revelaron de manera pública, pero de inmediato fuentes del ayuntamiento indicaron a este espacio que el deceso fue –lamentablemente- a consecuencia del COVID-19. Los reportes que hicieron llegar a esta redacción precisaron que revelar el motivo de la muerte no es para causar amarillismo o morbo en torno al fallecimiento, sino –como prioridad- proteger a la familia y el entorno del regidor, pero sobre todo para que la ciudadanía de Ocoyoacac tome conciencia sobre la gravedad de la pandemia y especialmente, que las autoridades municipales sean las primeras en acatar las medidas de restricción, sana distancia y uso de cubrebocas, porque en los últimos días –enfatizaron- se han relajado las acciones de prevención y contención del coronavirus en la sede del ayuntamiento. Este fue uno de los textos que personal del ayuntamiento envió a la columna: “Le puedo decir que el propio regidor que lamentablemente murió estuvo el viernes antepasado en la presidencia municipal, tuvo contacto con varios empleados y eso debe dar paso a que la presidenta Anallely gestione la realización de pruebas para los trabajadores con el fin de descartar o descubrir posibles contagios. No se trata de discriminar, alarmar o desinformar, sólo de darle la debida seriedad a esta enfermedad que no distingue razas, cargos, ni sexo, la pandemia es real y va en escalada. El ayuntamiento ya fue cerrado a partir del martes, pero antes sí había gente trabajando de manera reducida y esporádica. También ya hicieron jornadas de sanitización”, expusieron.

 

 

La mano que mece la cuna…

Resulta curioso y sumamente preocupante que las delegaciones del norte de Toluca estén dando la nota de rebeldía contra la autoridad, bajo la tónica de no acatar las disposiciones sanitarias durante la pandemia por el COVID-19. Cuando no es contra las jornadas de sanitización, es la oposición al cierre de negocios considerados “no esenciales”. Un reporte de inteligencia del C-2, compartido este columnista, revela que los últimos acontecimientos ocurridos en los pueblos urbanos de la capital no son precisamente una contrariedad a las medidas de la emergencia sanitaria, cómo se pretende hacer creer; se trataría -sugieren las líneas de investigación- de una incitación por parte de grupos o poderes fácticos que al notar la presencia de las fuerzas de seguridad ven amenazados sus intereses, muchos de estos ilegales. No hay que olvidar que en el último lustro San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán, San Pablo Autopan, Tlachaloya y otros poblados han sido escenario de temas como el huachicoleo y, recientemente, de una ola de homicidios dolosos. Ahí estaría el meollo del asunto.

 

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