jueves, abril 18, 2024
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LETRAS DE JUAN GABRIEL

  • El PRI mexiquense desmantelado, sin recursos y confrontado.
  • Tricolor mexiquense llegó a tener más de 100 mil operadores.
  • Elecciones intermedias, tradicionalmente eran el regreso priista.
  • Descuidos de Horacio Duarte pueden arruinar “plan gubernatura”.

 

POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ

Para quienes conocieron de fondo la operación del  PRI en pasadas elecciones, saben del atolladero en el que se encuentra este partido para competir en los comicios locales y federales del 2021. Francamente -dicen propios y extraños- para las huestes tricolores será enfrentar una batalla sin fusil.

 

Los cálculos más conservadores aseguran que hasta las elecciones del 2015 y 2017 el tricolor mexiquense tenía una estructura superior a los 100 mil operadores, entre los que había más de 80 mil representantes de casillas; unos 30 mil movilizadores; además de los representantes generales (propietarios y suplentes) en los 125 municipios, las 45 juntas distritales locales y las 41 juntas distritales federales. Todos bien aceitados antes y premiados después de cada jornada.

Edificio del PRI, vacío por fuera y por dentro.

Para nadie es desconocido que la maquinaria priista implicaba una enorme inversión de recursos económicos, cuantificados en cientos o miles de millones de pesos que se activaban -por lo menos- medio año antes de cada elección.

 

Pero todo esto se vino al traste dos días antes de los comicios del 1 de julio del 2018 que terminó con la embestida lopezobradorista. En la última reunión del viernes antes de aquella elección, donde estuvieron presentes el líder del Comité Directivo Estatal, los secretarios y representantes en los órganos electorales, el partido optó por bajar los brazos anticipándose a los resultados catastróficos. 48 horas antes de la estrepitosa derrota se desactivaron las estructuras de la única forma posible: frenando la liquidez, pues ya no tenía caso invertir en una contienda perdida.

La maquinaria podría no funcionar.

 

En aquella ocasión, dicen algunos de los que estuvieron presentes, el secretario de Acción Electoral, César Fajardo de la Mora, exigió el dinero para pagarle a esa estructura que ya estaba presta a morirse en la raya, pero el entonces secretario de finanzas del partido estatal, Guillermo Zamacona respondió: “no hay, no llegaron los recursos”. La molestia de Fajardo es aún recordada por los concurrentes al encuentro sepulcral.

 

Consumada la derrota, un día después de esas elecciones (el 2 de julio), el Revolucionario institucional se desmanteló al despedir a miles de soldados y bajarle el sueldo a los pocos que quedaron; hasta la fecha los secretarios y todos los integrantes del CDE, así como los dirigentes de municipales, los activistas y representantes generales cobran a la mitad o de plano están ahí por amor al partido.

 

Ya sin el abultado número de ayuntamientos en sus manos, una gran parte de los comités municipales también sucumbieron y es hora en que no saben cómo resucitarlos. En otros tiempos la sede principal del tricolor mexiquense, ubicada en Toluca, era un ir y venir de militantes, simpatizantes y activistas; hoy está vacío por fuera y por dentro.

 

Las elecciones intermedias han sido históricamente las que permiten el regreso del PRI mexiquense gracias a dos factores importantes: 1.- Por el nivel de abstencionismo que es superior al 50% y 2.- Porque se convierte en una contienda de estructuras.

 

Sólo que en esta ocasión los priistas mexiquenses dan la sensación de que están peor que en el 2018; no sólo carecen de dinero, sino también con una aparente disyuntiva entre la dirigencia estatal y quienes mandan en las principales oficinas de Lerdo 300. Así no la van a brincar.

 

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

En el pecado se lleva la penitencia…

Horacio Duarte, los descuidos

El diputado federal con licencia y actual director general de Aduanas del Gobierno de México, Horacio Duarte Olivares, dice y sostiene que nadie lo detendrá en su lucha por la candidatura de Morena a la gubernatura del Estado de México en el 2023, sin importar que abiertamente le haya dado un “laminazo” al jefe del Grupo de Acción Política (GAP), Higinio Martínez Miranda. Profesionalmente Duarte Olivares tiene el derecho, la trayectoria y –lo más importante- el afecto del presidente, Andrés Manuel López Obrador para erigirse como aspirante serio a la primera magistratura mexiquense; pero no basta con eso, también debe haber control político y calidad moral en este tipo de personajes que se dicen cercanos a AMLO. Por alguna razón que solamente él conoce, Horacio está aferrado en volver a imponer como candidata a la alcaldía de Valle de Bravo, a Michelle Núñez Ponce, quien en el 2018 se quedó a 300 votos del triunfo municipal. Horacio Duarte debe sopesar lo que no sólo se dice, sino que ya es un escándalo en el entorno morenista. Mezclar los grandes proyectos con el sentimentalismo puede tener serias consecuencias.

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