jueves, marzo 28, 2024
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LETRAS DE JUAN GABRIEL

  • Alcalde sustituto de Zinacantepec arma pleito público con periodista.
  • Gustavo Vargas lanza acusaciones temerarias contra José Alam Chávez.
  • Exhibe facturas de convenios, pero tilda al columnista de extorsionador.
  • CODHEM y Fiscalía indagarán comportamiento del presidente municipal.

 

POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ

En su intento por acomodar la administración a su modo y sacudirse todo aquello que huela o represente los intereses del defenestrado Gerardo Nava Sánchez, el alcalde sustituto de Zinacantepec, Gustavo Vargas Cruz, ha desatado una férrea lucha contra directores, encargados de área y todo aquello que heredó de la administración inconclusa, especialmente contra los que tienen un vínculo familiar o de amistad con el encarcelado alcalde.

 

Es decir, Vargas Cruz llegó con la espada desenvainada, declaró la guerra y en su afán de depurar el ayuntamiento terminó dando palazos de ciego. El escenario que montó el viernes pasado en una sesión de cabildo resulta repudiable, condenable y por supuesto, denunciable. El presidente tuvo la ocurrencia de pelearse y descalificar al periodista mexiquense José Alam Chávez Jacobo, a quien exhibió públicamente y lanzó vituperios escandalosos que hoy tienen al funcionario público en línea de investigación penal.

Se desboca alcalde de Morena

Tras tildar al periodista Chávez Jacobo de “extorsionador” y “vividor”, Gustavo Vargas mostró facturas –no pagadas- que supuestamente implican un quebrando a la hacienda municipal. El mismo presidente admitió que esas facturas derivaron de convenios y/o acuerdos que el columnista tuvo con la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento, en específico con el encargado de la oficina de prensa y yerno del ex alcalde, Daniel Almazán, con fines publicitarios en la página web y los espacios del periodista Chávez Jacobo.

 

El jueves pasado, un día antes de la desatada embestida verbal de Gustavo Vargas, José Alam publicó en sus redes sociales y en su página “Callejón Informativo” un video tomado de las mismas redes sociales oficiales del ayuntamiento donde el alcalde afirmaba que “en Zinacantepec el COVID-19 no existía”. Obvio, esta declaración al amparo de la reapertura económica ya le valió Vargas Cruz una andanada de críticas, mofas y hasta memes por tan desafortunada forma de minimizar la pandemia.

José Alam Chávez, periodista

José Alam ha manifestado públicamente que nunca ha tenido conversación ni acercamiento alguno con Gustavo Vargas y que sus acuerdos publicitarios han sido a través de un representante a su cargo y la oficina de Comunicación Social del ayuntamiento de Zinacantepec. Incluso el comunicador tiene gafete de proveedor oficial. Bajo esta tesitura la pregunta es: ¿Qué es lo que provocó y desbocó la ira pública del presidente municipal?

 

En tanto se despejan estas dudas, sí es importante analizar algunos puntos que evidencian que al alcalde le ganaron las pasiones.

 

En lo político: Gustavo Vargas deja ver su alto nivel de estridencia, su escasa o nula capacidad de control y su explosivo temperamento que lo empujan a manifestaciones sin medir alcances.

 

En lo legal: Gustavo hizo señalamientos temerarios, infundiosos y que ameritan una respuesta legal en su contra por parte del periodista aludido. El alcalde arremetió -sin freno alguno- contra José Alam utilizando calificativos que de no comprobarlos se encuadran en el delito de daño moral. El presidente municipal deberá asumir las consecuencias de su desenfreno.

 

En lo social: Su lenguaje soez es una advertencia, más que a los medios de comunicación, a la sociedad de Zinacantepec. Ante cualquier ligereza o sugerencia de crítica va a responder de manera desbocada. Queda claro que no tiene asesores y sí muchos aduladores.

 

En lo administrativo: Quizá es en este apartado donde pudiera configurarse alguna conducta cuestionable por las cantidades económicas que se sugieren en los convenios de publicidad entre el periodista y el ayuntamiento, pero al documentar que hay facturas se sostiene la tesitura del acuerdo mutuo y por lo tanto legal; ¿desorbitados o exagerados montos? eso es un asunto de valoración ética.

Gustavo Vargas, asumirá consecuencias.

Ante el abrupto del presidente municipal de Zinacantepec la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) inició una queja de oficio para proteger las garantías del columnista Chávez Jacobo. Hoy también el periodista acudirá a la Fiscalía Especial de Atención a Periodistas de la FGJEM a presentar una denuncia formal y solicitar las medidas cautelares por lo que considera una exposición pública de su familia y de su actividad profesional.

 

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

Salió un imprudente, pero entró un loco…

Llegando y comprando pleitos

En sí, la llegada de Gustavo Vargas como alcalde sustituto de Zinacantepec estuvo precedida de un proceso dudoso enmarcado “empujones políticos” con otros aspirantes a la terna que recientemente se votó en la Legislatura. Este es un buen momento para indagar sí es cierta esa versión de que Gustavo Vargas utilizó un método similar al que usó contra el periodista para sacar de la jugada a uno de los participantes por la presidencia acéfala, porque incluso se habla de que al mismo tiempo de que Vargas Cruz ingresó a la presidencia sustituta, también se inició una carpeta de investigación ante la Fiscalía General de Justicia por amenazas, versión que fue hecha del conocimiento de la Junta de Coordinación Política del Congreso local. Vaya cuadros que se avienta y se inventa el Grupo de Acción Política (GAP) de Morena. Este punto de haber impulsado e impuesto a Gustavo Vargas como alcalde sustituto de Zinacantepec habrá que sumárselo a la operadora América Rivera, síndico de Toluca. Se fue Gerardo Nava quien brillaba por su imprudencia en el manejo de la administración pública, pero entró un desatinado en sus tratos políticos.

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