POR Leo ESPINOZA
El Papa Francisco fue tendencia mundial después de que se diera a conocer el documental “Francesco”, en el Festival de Cine de Roma la semana pasada. Y aunque habla de varios temas, el que sin duda genero polémica fue cuando hablo del reconocimiento de las uniones entre parejas del mismo sexo: «…lo que tenemos que crear es una ley de unión civil. De esa manera están cubiertos legalmente. Yo defendí eso».
Nadie quedo ajeno a los comentarios del pontífice, la misma comunidad LGBTTTI en muchos países vieron con buenos ojos esta declaración, por supuesto que no se descarta que sea una estrategia para parecer gayfriendly ante la comunidad internacional, pues después de todo Francisco también es un Jefe de Estado y ante los escándalos de la Iglesia utilice este recurso para desviar la atención.
Por otro lado su declaración es muy ambigua no termina de articular un discurso que genere una postura a favor o en contra al 100% si se analizan sus palabras con rigor hace referencia a uniones civiles, es decir nunca hablo de matrimonio, institución celada y velada por la iglesia, abrirle la posibilidad a parejas homoparentales de acceder a esta figura generaría un caos en grupos católicos radicales.
¿Que si se logró? No existe lo que no se nombra y esta es la verdadera contribución que el Papa dio a la humanidad, con su declaración reconoce que las personas LGBTTTI tienen derecho a una familia y que se debe erradicar la discriminación, y para muchas personas parecerá poco, pero la verdad es mucho, que el jerarca de la iglesia te diga que está mal tratar a las personas por amar o asumirse diferente abre la posibilidad de cambiar muchas vidas de personas de la diversidad sexual que han sido sometidas al odio y a la exclusión.
Muy inteligentemente Francisco se salió con la suya, con este comentario gana tiempo, pues había mucha presión por definir su postura a los matrimonios entre personas del mismo sexo, como buen conocedor del Futbol aplico la de “el balón está en tu cancha” y esto obliga a que los Estados sean los que determinen y reconozcan los derechos civiles de gays y lesbianas alrededor del mundo.
Habrá que esperar si los representantes católicos en sus diferentes iglesias reflexionen las palabras de Francisco, que sean objetivos y respetuosos del Estado Laico donde este así este reconocido y que sean conocedores de que las palabras matan, un discurso de odio siempre tendrá consecuencias negativas y parece que el Papa lo ha entendido.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.
