El mandatario estatal puso en marcha una Escuela de Artes y Oficios en Tultepec, suman 44 en la entidad.
Cuando un oficio se aprende bien, no se olvida, debemos capacitar a nuestra gente para que viva mejor.
Gerardo GARCÍA HERNÁNDEZ
Como parte de la red de Escuela de Artes y Oficios (EDAYO) que impulsa en su administración, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas puso en operación el plantel número 44, a la par que firmó dos convenios de certificación en capacidades laborales, inglés y computación a en beneficio de 50 mil alumnos anualmente.
Donde para reforzar a un más la oferta educativa, anunció que con la colaboración de la Secretaría de Educación en dichos espacios de formación laboral, en próximas fechas se dará clases de nivel secundaría y preparatoria.
“Debemos prepararnos, debemos capacitar a nuestra gente, es muy importante porque a través y con las reformas transformadoras que el presidente Enrique Peña Nieto ha impulsado, se viene una serie de oportunidades extraordinarias para la gente, para los jóvenes, sobre todo”, afirmó.
El gobernador destacó que en los 44 EDAYOS de la entidad se han invertido más de 800 millones de pesos y han permitido preparar a más de 400 mil mexiquenses en 19 mil diversos cursos. En el caso de la escuela de Tultepec, beneficiará a 3 mil alumnos de este municipio, Nextlalpan, Melchor Ocampo, Tultitlán y Cuautitlán.
En este marco, atestiguó la firma de un convenio entre la Secretaria del Trabajo estatal y el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), que permitirá certificar las habilidades adquiridas por los estudiantes de los EDAYO y evaluar a los trabajadores mexiquenses que así lo requieran, para con ello, acceder a un mejor ingreso.
También fue testigo de honor de la firma de otro convenio entre el ICATI y RIA (Red de Innovación y Aprendizaje), que permitirá atender a 50 mil mexiquenses por año en cursos de inglés y computación.
En el evento, los asistentes pudieron comprobar que un oficio que bien se aprende, nunca se olvida, y el gobernador demostró que conoce la labor de vidriero que aprendió en su adolescencia en un negocio familiar, pues cortó uno haciendo una copia exacta de otro, ante el regocijo de maestros y alumnos de la nueva EDAYO.
