Por Julio A. AGUIRRE
*Se habían tardado.
*Muere la PGJEM.
*Nace la Fiscalía General.
Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa. Montesquieu.
Cuando el Ejecutivo estatal envía equis iniciativa al Congreso es cuestión de tiempo para que se convierta en ley. De eso y para eso sirve al partido en el poder tener mayoría en la Cámara de Diputados.
La oposición, insistimos, no tiene cantidad ni calidad y se la pasa como el chinito «nomás milando».
Ayer, luego de mucho esperar, Eruviel Ávila anunció el envío al Congreso local la iniciativa para crear la Fiscalía General del Estado de México, que sustituirá a la Procuraduría General de Justicia en la entidad.
Nunca es tarde, expondrán los allegados al mandatario. Ya era hora, manifestarán muchos más.
Fue el propio gobernador quien señaló los motivos de dicha iniciativa: para tener una instancia de justicia profesional y eficiente que responda a las necesidades de la ciudadanía, que esté libre de injerencia de otros poderes u órganos y que erradique actos de corrupción.
«El objetivo para crear esta fiscalía es erradicar los viejos vicios que tenemos en la hoy Procuraduría del estado, que se genere una política de carrera, es decir, que las buenas, los buenos funcionarios de la fiscalía continúen y que nunca pongan en riesgo su trabajo, y aquellos que no están dando el ancho, como dice el dicho, pues que se vayan.
Queremos funcionarios, de esta fiscalía, que sirvan a la gente, no que se sirvan de la gente, que den resultados, que hagan justicia», agregó.
Discurso creíble, motivos sustentados, iniciativa que se había tardado, y Ley que entrará en vigor pronto. Nadie en sus cinco sentidos tiene motivos para señalar lo contrario.
CORDURA
A quienes se aproximan a ti con riquezas, respóndele con compasión. A quienes se acerquen a ti con su rango, respóndeles con justicia. Huanchu Daoren.
Los golpes y experiencias que nos ha dado la vida nos llama guardar cordura. Se supone que iniciativas de esta naturaleza son «perfectamente» analizadas y no dejan cabos sueltos; sin embargo, hemos sido testigos de cómo se maquilla lo que se tiene y el único cambio real es el nombre. Los edificios no cambian, los hombres difícilmente y menos los viejos vicios.
Ciertamente no podemos colocar en el mismo costal las manzanas buenas con las podridas, sin embargo son los altos mandos quienes deben ser investigados y en consecuencia expulsados.
Mantenemos la idea que todo gobierno se sostiene en dos pilares fundamentales para hacer diferencia entre un buen gobierno y una mala administración: la oficina de la secretaría general y la Procuraduría General de Justicia.
Hoy (ayer) el mandatario mexiquense decide dar un paso fundamental. Decidió acudir al dentista a que le quitará un largo y filoso colmillo que le pertenecía.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México ha sido un brazo del pulpo que obedece a la cabeza. Una especie de marioneta.
Con la llegada de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México la idea es responder a las necesidades de la ciudadanía libre de injerencias de otros poderes u órganos, y con presupuesto propio.
Autonomía es la gran duda de un servidor. El proceso para elegir al Fiscal General se hará bajo un mecanismo en dónde a partir de una lista de al menos 10 candidatos, aprobada por la Legislatura, ésta se enviará al Ejecutivo Estatal para que formule una terna y la ponga a consideración del Poder Legislativo.
La Legislatura, con base en la terna y previa comparecencia de las personas propuestas designará al elegido con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes dentro de un plazo de diez días.
Jalemos, A mi manerA, un poquito el hilo. Serán diputados quienes den el visto bueno, resolución que enviarán al poder Ejecutivo para sacar a uno de tres. En resumen el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo es lo mismo; por lo tanto el fiscal general será puesto por el Partido Revolucionario Institucional ¿a quién obedecerá, deberá y agradecerá entonces el Fiscal General el cargo?
¿Nada nos gusta y a todo ponemos pero? No es eso, nos gusta saborear el pastel cuando lo tenemos en la panza, antes son puras ilusiones.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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