sábado, abril 20, 2024
InicioOpiniónFRENA. Otro fracaso

FRENA. Otro fracaso

POR Norberto HERNÁNDEZ

Atraparon la atención de los medios nacionales e internacionales, gritaron, se enojaron, fueron al juez para exigir que los dejaran llegar al zócalo de la Ciudad de México, el corazón político del país; cuando se los dieron, lo llenaron de casas de campaña ¡vacías! Digamos que eso no es un problema, pero si un grotesco ridículo para los organizadores y orquestadores de la movilización anti-AMLO. Lo más desafortunado para su causa fue la declaración de alguno de sus voceros que estarán presentes hasta que se vaya su odiado enemigo, Andrés Manuel López Obrador, al que culpan de llevar a la nación al comunismo, frase que repiten y repiten como slogan de propaganda nazi, aquella creada por Joseph Goebbels, el propagandista de Adolf Hitler.

Pública y políticamente la protesta de FRENA ha sido un fracaso. Más allá de las declaraciones, eso sí hechas con demencia por una las cabezas más visibles de FRENA, lanzaron una campaña para llenar el emblemático zócalo capitalino y, de nueva cuenta, hicieron el ridículo. Cifras y cifras, fotos y fotos, activismo en redes sociales, pero de ahí no pasaron. Como dicen en el pueblo, FRENA “se me hace muy ojón para paloma”. Para llenar el zócalo hay que ser un verdadero movimiento social. Lo fue el 68, el 88 y el 2000 y en todas esas fechas marcharon los ciudadanos ejerciendo su libertad, abrigando una causa nacida desde lo individual a lo colectivo. Gracias a esos movimientos sociales México ha cambiado.

Es evidente que FRENA es la expresión más acabada del fracaso de la oposición política representada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN). A más de dos años que perdieron las elecciones presidenciales, no han encontrado el rumbo para enfrentar a su adversario de izquierda. En cada declaración que realizan en los distintos espacios de expresión pierden apoyo y todo indica que lo gana el movimiento morenista y su líder, el presidente. Cuenta con mayor presencia mediática el irritante señor Lozano, que los dirigentes nacionales de los partidos que tienen la encomienda de organizarse para competir, por medios legales y legítimos, el poder público a quien ahora lo detenta.

Es frecuente escuchar las críticas al gobierno federal, desde luego válidas y algunas de ellas fundadas, pero no hemos visto los resultados de ninguna crítica interna que provoque cambios en su manera de proceder social y político. Carentes de fondo, las dirigencias están dejando correr el periodo para el que fueron electas y nada más. Han perdido el ánimo hasta de reelegirse. Son simples burócratas de la política partidaria, presiden estructuras burocráticas que más que ideas y propuestas son un refugio al desempleo de sus cuates. Eso sí, son grupos que controlan los tiempos y los recursos públicos para alargar su estancia en oficinas donde tratan asuntos personales.

Mala, pésimamente estructurada y con peores resultados políticos, ¡FRENA es lo mejor que tiene la oposición! Decir eso no es ningún logro ni algo que se tenga que festejar. Es un grave escenario para la oposición en su conjunto. Vociferar, hacer declaraciones solo con el afán de decir algo y seguir con el mismo método de lucha los está llevando a seguir perdiendo base social, incluso la de sus simpatizantes y militantes. Se requieren nuevas voces, nuevas figuras, más cuadros jóvenes, dar paso a nuevas generaciones; los que están, ya dieron muestras suficientes de su desgaste. FRENA, un movimiento sin causa, sin fondo, es lo que está llenando el vacío de la oposición surgida de la derrota electoral de 2018. Para colmo de la oposición, cada que habla el señor Lozano fortalece la imagen del adversario que combate. De verdad es grotesco, grosero y cae mal.

A la democracia mexicana es necesario un sistema de partidos competitivo, con claridad del proyecto de nación que cada uno promueve. Comparto la idea que FRENA es el populismo de la derecha y, en algunos casos, de la extrema derecha. Sus promotores extrañan el viejo régimen y con mayor nostalgia los tiempos de Don Porfirio. Son nota e imagen, pero de ahí no pasan. Desafortunadamente, para algunos ciudadanos ha sido la opción para salir y mostrar su desacuerdo con el gobierno federal al que acusan, también equivocadamente, de convertir a México en la Venezuela de Chávez o la Cuba de los Castro.

Debe respetarse la buena fe de los ciudadanos que ven en FRENA su opción para protestar, a veces para hacerlo con impotencia por no ser escuchados, pero debe llamar la atención de todos porque ese tipo de organizaciones son creadas con fines totalmente diferente al bien del país, la pluralidad y la equidad. Las campañas de odio solo crean confrontación e ingobernabilidad. FRENA ejerce un derecho legítimo a manifestarse, pero sus fines son totalmente contrarios al fortalecimiento de nuestra vida democrática.

Artículo anterior
Artículo siguiente
PODRÍA INTERESARLE ...

MÁS LEÍDO