sábado, mayo 18, 2024
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ESCUCHAR A LAS NIÑAS Y NIÑOS- ARIEL PÉREZ

ESCUCHAR A LAS NIÑAS Y NIÑOS

En el marco del día de la niña y el niño, hoy es más importante que nunca que el mundo escuche sus ideas y sus peticiones. Más que una celebración se deben analizar los avances conseguidos para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.

Los niños son el colectivo más vulnerable y, por tanto, el que más sufre las crisis y los problemas del mundo.En México, se acostumbra dar regalos a los niños y niñas en las poblaciones más necesitadas se distribuyen juguetes. Además, se organizan actividades culturales y de entretenimiento, así como talleres artísticos para promover el bienestar y sus derechos.

Pero un punto importante que se nos olvida es que las niñas y niños están re imaginando un mundo mejor.Los niños experimentan las consecuencias de las decisiones que, con frecuencia de manera unilateral, tomamos los adultos en las ciudades donde viven, las familias en las que crecen y las escuelas donde aprenden.

Por este motivo, la Convención sobre los derechos del niño, aprobada en 1989 por Naciones Unidas, señala la necesidad de que los niños y las niñas sean escuchados en todos los asuntos que les incumben, directamente o a través de un órgano apropiado sobre todo para prevenir la violencia y el abuso contra ellos. También establece su derecho a la libertad de expresión y, más concretamente, a buscar, crear y difundir todo tipo de informaciones e ideas que puedan interesarles.

Un punto importante a considerar en la planeación urbana por ejemplo es el comprometerse con una planificación urbana adaptada a los niños. La seguridad y las necesidades de los niños deben incorporarse en todos los aspectos de la planificación y el desarrollo urbanos. Los niños deben entenderse como partes interesadas e involucrados en los procesos y evaluaciones de desarrollo.

Así mismo incluir Principios de «Desarrollo Juvenil Positivo». Principios como considerar las necesidades de bienestar integral, promover la igualdad de género, promover la participación de los jóvenes y aprovechar la tecnología y la innovación deben priorizarse en la programación centrada en la juventud urbana.

Por otro lado, la pandemia de COVID-19 ha demostrado que la desigualdad afecta los derechos de todos los niños y niñas. Desde el cambio climático, la educación y la salud mental, hasta el fin del racismo y la discriminación.

La pandemia ha puesto de manifiesto las lagunas no sólo en campos tan vitales como los señalados anteriormente, sino en necesidades tan básicas como el acceso al agua, a los alimentos y al trabajo. Todos ellos causan un impacto directo en millones de niños que verán afectado su crecimiento y que necesitan protección por parte de instituciones internacionales, gobiernos, ONG y sector privado. 

En este sentido todos los miembros de nuestra sociedad —padres y madres, personal docente y sanitario, dirigentes gubernamentales, líderes religiosos, personalidades de la política, el mundo empresarial, la sociedad civil y los medios de comunicación— desempeñan un papel clave en el bienestar de la infancia.

Respecto al marco legal, los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes están mencionado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales y en las demás leyes aplicables, esencialmente en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Finalizo con 8 derechos fundamentales que vale la pena ser conocidos por todas y todos: Derecho a la vida, Derecho a la educación; Derecho a la alimentación; Derecho a la salud; Derecho al agua, Derecho a la identidad, Derecho a la libertad y Derecho a la protección.

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