jueves, mayo 16, 2024
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Zona Diversa · Leo Espinoza

El espacio cibernético, un lugar más para delinquir

Se deben tener mayores regulaciones y control sobre redes sociales para evitar delitos cibernéticos, sexuales y contra las, les, los usuarios.

En México hay un incremento de casos de delitos relacionados con redes sociales.

Con un mundo más conectado y con una mayor posibilidad de contar con servicio de internet, así como el auge de las redes sociales y el poco control de los perfiles que interactúan, sea generado un caldo de cultivo perfecto para quienes usan estas plataformas para delinquir bajo el anonimato que el internet te brinda.

Ni las redes sociales, ni los países han puesto dedo en el renglón para tener un mayor control sobre quienes chatean diariamente, pues pese a que algunas redes sociales tienen mecanismos de auto identificación, candados, GPS, o botones o clips de ayuda, las mentes humanas perversas buscan las lagunas cibernéticas para afectar a terceros, ya sea para acosar, robar, asaltar, secuestrar, robar identidad, hostigar, violar o en los peores asesinar.

Durante la pandemia se incrementaron los delitos cibernéticos contra menores de edad, la proporción de denuncias se disparó durante este período en comparación a años previos y más del 50% de estas quejas están relacionadas con temas de pedofilia y pornografía infantil.

De acuerdo con el MOCIBA, de los 77 millones de internautas mayores de 12 años en México, el 21% reportaron ser víctimas de ciberacoso durante 2020, es decir, un total de 16 millones de mexicanos afectados en las que prevalecen las siguientes prácticas: contacto mediante identidades falsas (35%), mensajes ofensivos (34.6%), insinuaciones sexuales (26.7%), recibir contenido sexual, mejor conocidos como “packs” (24.4%) y llamadas ofensivas (21.9%), entre otras.

Curiosamente los estados más afectados por este problema son Colima, Tabasco y Tlaxcala, con porcentajes de usuarios de internet que han sufrido de ciberacoso de 27.4, 26.9 y 26.4% respectivamente, aunque no se puede descartar que en otros Estados exista la posibilidad de que se puedan tener cifras más altas debido a la nula denuncia.

Es por ello, que el único mecanismo de defensa que tienen las personas usuarias es mantener informados a los amigos y familiares cuando se citen con alguien a quien no conocen completamente, no compartir contenido confidencial, sexual, personal si no se tiene la seguridad de que está en buenas manos, y además acercarse a las pocas instituciones que velan por la certeza jurídica de internautas y por supuesto la cultura de la denuncia.

La tecnología siempre tendrá dos caras de la moneda, una que representa notorios avances y que hace la vida más fácil de las personas, y la otra que puede ser una herramienta para ser usada con fines malévolos para dañar a una o varias personas, hoy en día las apps de ligue son el medio más usual para delinquir, por lo que si usted querido lector o lectora tiene alguna de ellas, debe reflexionar sobre cómo y con quien interactúa.

 

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